¡Damos el cien por cien cada día para ofrecer los mejores productos asados!
De buena mañana, la furgoneta se dirige al punto de venta. Allí, el chef monta el mostrador de venta y pone en marcha los asadores, ya que el pollo asado se hace a fuego lento y requiere casi dos horas. El chef extrae los pollos asados de las espadas, los empaqueta y los vende. Mientras tanto, va colocando carne fresca en los asadores. Tener el pollo asado en su punto cuando el cliente se presenta con hambre frente al mostrador: he ahí donde reside nuestro mayor arte. ¡Y lo tenemos dominado! Parece increíble, ¿verdad?
Este trabajo está reservado a unos pocos hombres y mujeres valientes de verdad: se pasa calor y requiere fuerza física y mental. Los chefs son a la vez conductores, cocineros, camareros, vendedores y limpiadores. Además, como socios de COUNTRY GRILL, también son empresarios. ¡Todo un reto!
La mayor recompensa por nuestro esfuerzo: clientes satisfechos que repiten todas las semanas. Para eso damos el cien por cien cada día: ¡para conseguir el mejor pollo asado para llevar del mercado!